EL DETRÁS DE LAS FIESTAS
Son épocas en donde sin querer o sin poder evitarlo aparecen recuerdos que no se asoman en otros días de año. Se hacen presentes en nuestros corazones ausencias, añoranzas o pérdidas que otros días quizás sostenemos de manera estoica y también se refuerzan afectos profundos hacia aquellas personas que jamás nos dejan y que nos aman incondicionalmente.
Atrás quedaron los días de esa infancia en donde esperaba a unos padres que jamás llegaban o esa adolescencia en donde, una casa a medio terminar y tres mascotas fueron testigo y únicos compañeros de un brindis en soledad que demostraba las prioridades alteradas de una familia disfuncional. Muy atrás quedó todo aquello, siendo reemplazado por un destino buscado, por una vida plena junto a la familia que pude construir con lazos indisolubles, mi familia, la cual resultó ser mejor a la que soñaba en aquellos días mirando por una diminuta ventana de vidrio amarronado con rombos de un cuarto eternamente inconcluso.
Al recorrer las redes sociales o al entregarse a una charla abierta, se puede percibir una movilización de sentimientos y espacios enfrentados en el alma.
Para muchos es un tiempo esperado de felicidad en donde grandes reuniones o encuentros son posibles. También están aquellos que mantienen de modo firme el sentido religioso que representan estas jornadas. Para otros, que descreen que estos días tengan algún significado o sentido, les representa un peso enorme y solo esperan que todo termine de una vez. Además hay quienes saben que al llegar estos días grandes conflictos familiares se avecinan, porque se desatan compromisos, queda expuesta la fragmentación en ciertas relaciones, hay acercamientos forzados y se discute de más, sustrayendo energía al disfrute de momentos que podrían ser únicos y apacibles.
Pero quizás sean las ausencias el aspecto de coincidencia más advertido por estos días, ausencias de personas que por algún motivo ya no están más en nuestra vidas y es muy posible que nadie escape a eso.
Por estas épocas uno advierte cuanta gente se fue de nuestro lado, algunos porque no pudieron evitarlo, ya que el reloj les señaló el final en este recorrido terrenal seguramente por haber cumplido su propósito aquí entre nosotros. En mi caso siento que esa gente dejó un sabor dulce en mi espíritu y enseñanzas de vida, por lo que en estos días el recuerdo de ellos es tierno, de agradecimiento e invita a una sonrisa con ojos cargados de emoción.
Otras personas eligieron no elegirnos y no están por elección. Muchas de ellas formaron parte de nuestras vidas, pero entendieron que sentimientos negativos debían sepultar al amor. Nos borraron de su mundo, armaron uno propio y paralelo en donde simplemente dejamos de existir. Y el tiempo se fue.
En nuestras ausencias estarán también aquellos que jamás nos dieron posibilidad de estar, personas que de alguna manera transitaron junto a nosotros algún trayecto del camino, pero determinaron que no seamos parte del mismo. Algunos otros, nos dejaron entrar a sus vidas pero no dieron valor a nuestra presencia y se dieron cuenta tarde lo importante que éramos. Son las cosas que pudieron ser pero no fueron. Al respecto, no hay mucho que pensar, toda esa gente se perdió de nosotros finalmente.
Afortunadamente detrás de cada ausencia hay una nueva presencia, personas que se suman a nuestro fugaz universo, nos traen luz, esperanza y alegría.
Son esas cosas que uno no se explica, es el milagro de la compensación que nos da esta vida. Nos devuelve, nos reposiciona, nos revaloriza poniéndonos delante personas increibles, personas que nos quieren de verdad, que creen en uno, que se dejan querer, que nos cuidan y nos enseñan del amor en sus distintas formas.
Algunos se van y otros llegan, llega un verdadero amor, hijos, amigos reales que de algún modo se ubican cómodamente en los asientos de hermanos, tíos, padres o de todos aquellos que no están o no los quisieron ocupar.
Es maravillosa esta vida, bella pero demasiada efímera, siendo poseedora de un elemento irrecuperable, tirano e incambiable contra el que no podemos oponernos: el tiempo. Cuando una oportunidad se va sencillamente no hay regreso. No hay arrepentimiento que pueda calmar la sed que deja una palabra no dicha, un abrazo no dado, un beso no otorgado o aceptado, una decisión no tomada o un sueño que no se intentó cumplir porque el miedo lo avasalló.
No será momento de dejar de dedicar tiempo extra a las ausencias? No deberíamos mirar fijamente a quienes nos eligieron una y otra vez renovando su amor, su afecto y su respeto.
El tiempo es valioso, el tiempo es sabio, instruye, decanta y le devuelve a cada uno lo que sembró. En estos días, en donde reflexiono más de lo habitual, intento guardar cada detalle del dia por siempre, intento tatuar en mi retina las sonrisas de quienes tanto amo, la expresión de sus miradas, sus gestos y deseo atrapar por siempre en mis oídos sus risas. Me gusta hacer un paseo por el año que se va, revisar, replantear y cuestionar. En esa lista imaginaria de aprendizaje hay cosas que podría haber hecho mejor, hay metas inconclusas, personas en quienes no volvería a creer y otras a quienes voy a atesorar por siempre, también hay acciones que no repetiría nuevamente, frases que diría de otro modo y lecciones que valieron la pena aprender.
Cada año la lista cambia pero es improbable que deje cosas sin haber intentado, porque por fortuna en el galpón de mi abuelo y tallado sobre una lonja de aluminio había una frase que el mismo colocó allí, por encima de la puerta y que decía: "Nunca digas que no puedes sin haber probado antes de que ello es imposible" y ese mismo mensaje que el tanto aplicaba, se imprimió de modo tan fiel en mi persona que marco un modo de vida que no todos entienden y que me llevó a muchos fracasos pero muchas más metas logradas.
Me gusta terminar el año sabiendo que lo intenté todo lo que soñé, aunque el resultado no haya sido el querido.
Quiero intentar de cada día algo maravilloso, dejando la tristeza, expulsando la autocompasión, no dándole paso a los pensamientos oscuros y abriendo el corazón y la mente y solo darle mi atención a quienes están, a quienes nunca se fueron, a quienes también me amarraron a su vida con fuerza y amor para no soltarme jamás!
Felices Fiestas!
☆,.-~*'¨¯¨'*·~-.,.-~*'¨¯¨'*·~-.¸☆ ☆,.-~*'¨¯¨'*·~-.¸,.-~*'¨¯¨'*·~-.¸☆ ☆,.-~*'¨¯¨'*·~-.¸,.-*'¨¯¨'*·~-.¸☆ ☆,.*'¨¯¨'*·~-.¸
THE BEHIND THE HOLIDAYS
These days are
special, different and quite intense frkm time to time, a mix of sensations
surrounds me and proyects all my life within a few days. It’s filled with
balance, a necessary and welcomed life review.
These
are times when we can’t help memories to can to us agajn, memories that don’t
show up in other times of the year. Absences, nostalgias and losses that we
might hold back sometimes appear and reinforce deep affections to some people
that never leave us and love us unconditionally.
The days when
I waited for parents that never arrived or that adolescence in which a
not-finished house and three pets were witnesses and partners of a toast have
been left behind. Those things have been left behimd, very, very far away. They
have been replaced for a searched fate, a full life with a beloved family
united by indissoluble bounds. My family, which ended up being far mucch better
than I thought it would be.
While
going through the social networks or giving
an open speech, you can perceive a huge movement of feelings and soul spaces.
For
many people, this is an awaited time of happines where big gatherings or
meetings are possible. There are also those who keep everything in a religious
way during holidays, celebrating the existance of their beliefs. For others who
don’t get the meaning and feeling of this holidays, they represent an enormous
weight and only wait for this “nonsense holidays” to finally end. There are
also those who know that when these days approach, big family conflicts come
too, because promises are exposed, there are forced friendshios and more
arguments…
But maybe the absences are the ones who match with the aspect of these days.
There are people who aren’t in our lives anymore for a reason and it’s quite
possible that anyone can run away from that.
During these times you can
notice the people who left us, maybe not because they wanted to, but because
the clock said so. In my case, I feel that those people left a sweet taste in
my spirit and great moral teachings. So, on these days, my memories about them
are cute, full of gratitude that invites a smile on my face witth eyes full of
excitement.
Other
people chose not to follow us and aren’t with us by choice. Many of them were
part of our lives but understood that negative thoughts should bury love. They
deleted us from their world, formed their own where we don’t exist. And time
has passed by…
In our
absences there will also be those who never had the chance of being with us,
people who walked next to us in our path but never determined to be in the same
one. Some others let us get into their libes but didn’t value our presence.
Regards that, there’s not much to think about. That people lost the pleasure to
be with us.
Fortunately, behind every absence there’s a
new presence, people wjo join our world and bring us light, bope and joy.
They’re those things we just can’t
explain, the miracles that life gives us. It returns things to us, it replaces,
it revalues…
Some people leave and others arrive.
True love, children, real friends and others arrive, friends that make
themselves comfortable in the seats of brothers and sisters, uncles, parents
and all those who didn’t want to be a part of our world.
How
amazing is this lofe, beautiful but too mayfly, possesive of an amazing object,
tyrant and unique against our true enemh: time. When an opportunity leaves,
there’s no coming back. There’s no regret that can stop the thirst of an unspoken
word, an ungiven hug, a not given kiss, an untaken chance or an unfulfilled
dream.
Isn’t
it time to stop wasting time in ansences? Shouldn’t we enjoy those who chose us
over and over again and valued pur love, affection and respect.
Time is precious and wise, it directs and
gives back everyone what they sow. In this holidays, in which I reflectionate
more than usual, I try to keep every detail of the day forever. I try to tatoo
in my eyes every smile, look, gesture and laughs with the wish of never
forgetting them. I loke to wall again throught the year that’s leaving, rethink
and questions. In this imaginary list of learning there’re things that could
have been better, but they were all worth living.
Every years the list changes, but
it’s impossible that I leave things without trying. Someone one said: “Never
say you can’t do it without previously proving that it’s impossible.”. And that
same message that I usually used appealed to me completely.
I
like to finish the year knowing that I tried everything I dreamed for, even
though the result wasn’t that one I wanted.
I want to try something wonderful every
day, leaving sadness behind, vanishing bad habits and opening my heart to new
opportunities.
Happy Holidays!!
Me encanta,te felicito muy linda pagina
ResponderBorrarGracias Leticia querida!
BorrarGracia Leticia! Me alegro que te guste. Un abrazo!
ResponderBorrarFabi querida...que deseo tan inmenso de abrazarte. Tus pinceladas bosquejan sabiduría.Que identificada me encuentro con algunos de tus pasajes...Te celebro!
ResponderBorrarAmiga del alma...estas entre las personas atesoradas en mi vida. Hemos demostrado que la verdadera amistad vence todo tipo de obstaculo. Gracias por leerme.
BorrarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrar