Soy una de esas personas que siempre tienen algo para decir, que analizan cada momento intentando desprender el verdadero significado de para que sucede cada cosa en nuestra vida y que consideran que nuestras emociones son intransferibles por cualquier tipo de expresión, menos por la escritura, porque las guarda por siempre. Soy una de esas personas.
Algo circula en mis genes de un abuelo autodidacta que leía historia con una pasión profunda, escribía poesías y era columnista del diario local, dejando dos libros de la Historia de la ciudad en donde nació. Me llevo algunos años darle un valor a todo eso. Hoy siento un orgullo muy grande.
Desde temprana edad comunicar fue una necesidad en mi y fue así que una parte de mi vida se fue en las cenizas de aquella tarde en donde determiné que el fuego debía cerrar una etapa, yéndose así toda la tinta que fue testigo de las experiencias de una época en donde no era posible escribir en un sitio virtual.
Con los años, uno quiere adquirir la capacidad de detener el tiempo y vivir al ritmo justo que nos permita palpitar detalladamente cada momento, retener todos aquellos detalles que valga la pena atesorar en nuestra memoria y en nuestro corazón...la escritura detiene o retrasa el tiempo a nuestro antojo, podemos ir y venir en la vivencias y volverlas a sentir.
Es así como, este espacio está destinado al encuentro de esas cosas intangibles que para mi son importantes y ofrece un lugar de información y divulgación en el campo de la Medicina y la Gastroenterología particularmente.
Este lugar será una manera de homenajear y enriquecer este paso por el mundo y por la vida de otras personas, es un modo de poder decir lo que se siente sin importar quien ni cuantos lo puedan leer y es un modo de mostrar que no somos el rol que desempeñamos, sino que somos mas que eso.
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